Resumen
Muchas prácticas comunes de atención en el parto, nacimiento, y en el período inmediato al post-parto tienen impacto en la transición de feto a recién nascido, incluyendo la medicación usada durante el parto, protocolos de aspiración, estrategias para prevenir la caída brusca de temperatura, ligadura del cordón umbilical, y el uso de oxigeno 100% para la reanimación. Muchas de las prácticas de atención usadas para evaluar y manosear un recién nacido inmediatamente después del nacimiento no tienen eficacia comprobada. No se alcanzaron resultados definitivos a partir de estudios sobre los efectos de la analgesia materna en el recién nacido. A pesar de que la ligadura inmediata del cordón umbilical es una práctica común, evidencias recientes mostradas por ensayos ampliamente controlados y randomizados sugieren que la ligadura tardía del cordón umbilical protege al bebe contra anemia. El contacto piel a piel del recién nacido después del nacimiento se recomienda como base de la termorregulación y cuidado al recién nacido. No fue probado que la aspiración rutinera de los bebés al nacer sea benéfica. Ni tampoco la amnioinfusión, la aspiración de bebés que aspiraran meconio después de la salida de la cabeza, o la aspiración e intubación de bebés saludables como prevención del síndrome de aspiración de meconio. El uso de oxigeno 100% al nacer para reanimar un recién nacido causa aumento de stres oxidativo y no parece ofrecer beneficios en relación al aire ambiental. Esta revisión de las evidencias a respecto de las prácticas de atención al recién nacido muestra que, en la mayoría de los casos, una menor intervención acaba siendo mejor. Las recomendaciones apoyan un nacimiento suave y fisiológico, y una atención del recién nacido centrado en la familia.